Buenos Aires, Christian Baldini, Compositora, Conductor, violin

Javier Weintraub en diálogo con Christian Baldini

El próximo 5 de Agosto (de 2022) tendré el placer de dirigir la Orquesta Nacional de Música Argentina “Juan de Dios Filiberto” en el Auditorio Nacional del CCK, en un programa que presenta obras de Victor Lavallén y de María Laura Antonelli. “Criaturas del fuego” es una obra para violín y orquesta, y va a contar con el excelente violinista argentino Javier Weintraub como solista. Debajo hay una breve entrevista con Javier acerca de la obra.

Christian Baldini: Querido Javier, cómo comenzó el proyecto de “Criaturas de fuego”? Hoy en día no es tan habitual que los compositores (sobre todo en Argentina) escriban un concierto para violín y orquesta. Tampoco es tan habitual que en Argentina se encarguen obras a nuestros compositores. Tuviste mucho que ver en lograr este encargo para María Laura Antonelli? Tuviste mucha comunicación con María Laura en cuanto a la obra mientras ella la estaba escribiendo?

Javier Weintraub: No solo no es habitual la composición de un concierto para violín y orquesta de estas características, sino que además debe ser unos pocos conciertos escritos por una compositora mujer, cosa que muestra de alguna manera el cambio de los tiempos, o mejor dicho, la distribución de espacios que hasta hace poco era casi reservada para los hombres.  

La obra fue encargada por el Ministerio de Cultura a través de la Dirección Nacional de Organismos Estables. Es extraordinario que la Orquesta tenga como función encargar obras originales, porque abre un espacio único para los compositores argentinos. 

En cuanto al intercambio que tuvimos con María Laura, fue fluido sobre todo al final del proceso, en donde me fue compartiendo el progreso de la obra. Para mi fue la primera vez que me encontré con la posibilidad de ver el nacimiento de una composición, y la verdad es que me dio la sensación de que es la misma energía la que necesita una creación artística para nacer, que la que requiere cualquier otro formato vital, como una planta o algún animal. Nacen, crecen, toman forman.

CB: Qué le contarías al público acerca de ésta obra? Cuáles son algunas de sus características que la hacen única?

JW:  En principio me surge destacar el lenguaje que mezcla las características más europeas de los conciertos para violín conocidos, con el tango argentino. No es que el tango aparezca de manera explícita, pero hay algo que requiere el toque de los instrumentos y los tiempos de la orquesta, que de alguna manera casi obligan a a sacar de adentro el estilo porteño y citadino.  Es más que destacable, también, la hermosa idea de construir el segundo movimiento sobre la base de un dúo de violín y timbal que genera una tensión extraordinaria hasta la entrada de la orquesta casi hacia el final.

CB: Cómo fueron tus comienzos con la música? Quienes fueron tus grandes influencias (tanto maestros como colegas)?

JW: Mi encuentro con el violín fue gracias a mi hermano mayor, ex director de orquesta y actual psicólogo, que en algún momento de nuestra niñez comenzó a explicarme cómo estaban constituidas las sonatas y partitas de Bach para violín solo. Esos momentos, que eran casi un juego, me armaron una base musical muy amorosa, que recuerdo hasta hoy. Al poco tiempo estaba estudiando violín con Cristina Monasterolo, después con Ljerko Spiller y finalmente con Rafael Gíntoli. Mis influencias fueron variadas, porque como argentino tengo esa característica de estar alimentado por muchas músicas distintas. Tal vez el tango es el mejor resumen de esa influencia, porque se nutre de tantas músicas, que ese tapiz de estilos termina despertando la intriga de indagar en cantidades de formatos musicales distintos. 

    Yo creo que las personas que más me han influido son aquellas que tuve cerca en mi formación. Rafael Gíntoli sin duda fue y es una gran inspiración para mí en cuanto a lo referido a la enseñanza del instrumento y al manejo de la profesión. Manfredo Kremer fue también un pilar importante en relación al estudio de la música antigua, un estilo que me llama poderosamente todo el tiempo. Y después los colegas mas cercanos con los que aprendo todo el tiempo compartiendo proyectos. Tengo la suerte de ser contemporáneo de grandes músicos e instrumentistas.

CB: Qué consejos le darías a alguien que está empezando con la música y que busca convertirse en un violinista profesional? Cuáles son las mejores maneras de lidiar con  las frustraciones y fracasos que indudablemente le afectan a todo el mundo en algún momento de sus vidas?

JW: Yo tiendo a buscarle la trascendencia a todo lo que hago, es decir, ¿qué es lo que me deja de enseñanza mas allá del resultado que busco, aquello que estoy encarando? La música, y los instrumentos son recursos de búsqueda profunda para cualquier persona, y yo creo que es importante intentar despegarse de la meta y sumergirse profundamente en el camino. Siempre digo en broma, cuando me preguntan por mi carrera, que si yo hubiera querido correr carreras les hubiera pedido un Karting a mis padres, y no un violín. Es verdad que hay ciertas señales que nos marcan que vamos bien por dónde vamos, y esas señales son disfrutables por supuesto (como este concierto que vamos encarar el 5 de Agosto), pero creo que el mejor síntoma de que voy por buen camino es la felicidad y entusiasmo que siento al hacer las cosas. Empezar con felicidad y entusiasmo, seguir con felicidad y entusiasmo, y, porque la vida es así, en algún momento terminar con felicidad y entusiasmo. 

Cuando pienso en la frustración, siento que el violín es el rey. Es un instrumento para practicar el frustrarse, sobre todo al principio. Pero, aunque no parezca, yo creo que eso es muy bueno, porque como decís vos, la frustración y los fracasos son parte de la cuestión, y es bueno aprender de ellos. Hace mucho, un querido amigo que ya no está me dijo algo que cambió radicalmente mi observación sobre los procesos de aprendizaje. Hablando sobre la afinación en los instrumentos de cuerda frotada, me dijo que él creía que, al igual que todo en la vida tiende a la armonía, uno tiende a la afinación, entonces la desafinación no existía en su filosofía de enseñanza, sino que lo que existía era el acercarse cada vez mas a la afinación. Esto puede aplicarse a todo en la vida. Uno puede pensar que los pasos equivocados no existen, sino que existen los pasos perfeccionándose cada vez mas y mas. 

CB: Muchas gracias por tu tiempo Javier, y especialmente por el trabajo extraordinario que has hecho con esta nueva obra. Creo que la compositora y la gente en el público van a estar muy felices, y  para mí ha sido un gran placer trabajar con vos.

JW: Para mí estos días van a quedar en la vitrina de los recuerdos de mi vida. Una oportunidad única para un violinista, no solo estrenar un concierto, sino trabajar tan cerca con músicos tan increíbles. Miles de gracias por esta experiencia compartida!

Javier Weintraub

Violinista versátil, se ha sumergido en gran cantidad de estilos a lo largo de su carrera. Comenzó sus estudios a la edad de ocho años en el Conservatorio Nacional López Buchardo, del cual es egresado como Profesor Nacional de música y Licenciado en Artes Musicales con especialización en violín, y fueron sus maestros Cristina Monasterolo, Ljerko Spiller y Rafael Gintolli.

Integró numerosas orquestas de cámara y sinfónicas como la Orquesta de Cámara Crescendo, la Orquesta Sinfónica Juvenil de Radio Nacional, la Orquesta Sinfónica Franco-Argentina, La Orquesta de cámara de Lyon, Francia, la Orquesta de Cámara Scherzo. Realizó gran cantidad de conciertos como solista, ejecutando las obras más reconocibles del repertorio violinístico, como por ejemplo los conciertos para violín de Mendelshon, Tchaikovski, las estaciones de Vivaldi, los conciertos de Bach, etc.

En 1996 gana por concurso el puesto de primer violín en la Orquesta de Música Argentina Juan de Dios Filiberto, la cual integra actualmente. A partir de ese momento comienza a tener una importante actividad como violinista de tango, realizando conciertos como integrante en una gran cantidad de grupos protagonistas de la escena porteña como El Arranque, Decarísimo, el Noneto de Osvaldo Piro, el Sexteto de Fernando Marzan, el dúo Weintraub-Greco, entre otros. Fue integrante de importantes espectáculos como Rojo Tango en el hotel Faena, Tango Dance Premiun que se llevó a cabo en 60 ciudades de Japón, y Los Ojos de la Traición, opera Tango presentada en el Auditorio del Hotel Sheraton, codirigido con Verónica Vidán y de idea compartida con Fausto Lomba. Entre 1997 y el 2013 realizó giras por Estados Unidos, Japón, España, Alemania, Suiza, Inglaterra, Italia, Francia, Suecia, Holanda, Finlandia, Venezuela, Chile y Colombia, Vietnam, Cuba entre otros, llevando la música argentina a las principales salas de estos países.

En el año 1999 es convocado por Ricardo Masun para integrar, como primer violín, el ensamble de música Barroca Latinoamericana Louis Berger y comienza así su incursión en la música antigua. Con el ensamble Luis Berger realiza giras a Bolivia, Paraguay, Francia, Italia e Inglaterra. Graba dos discos en París, uno de los cuales obtiene el primer premio especializado de la crítica francesa en el año 2006.

Ha sido fundador e integrante de numerosos grupos de música antigua, como el ensamble Ecos lejanos, el ensamble Dulcis Fidius, especializado en música de los siglos XVI y XVII, el Dúo Weintraub-Cativiela o La Compañía de la Luces entre otros. Estudió violín barroco con Manfredo Kraemer y en el año 2012 adquiere su violín Aegidius Klosz de 1767, con el cual realiza sus conciertos actualmente.

Su actividad como solista en todo tipo de conciertos y espectáculos es permanente e intensa. Durante el año 2013 y 2014 ha sido invitado para dar conciertos y espectáculos en salas de Argentina, Francia, Italia. Durante los años 2012 y 2016 escribe el material “Estudios y Caprichos tangueros”, obra integral de 24 estudios para violín sólo progresivos, basados en tangos tradicionales y tangos nuevos, fusionados con la más alta técnica virtuosa en el violín. Este material fue editado en formato de libro de partituras por la editorial Melos en el año 2016

Entre sus grabaciones se encuentra el disco Furias (Acqua Records 2017), siendo ésta la primer versión de las sonatas de Euyene Ysaye para violín sólo editadas en Latinoamérica.

Por otro lado desarrolla una intensa actividad como escritor, participando en distintos espacios literarios propios y de diferentes autores. Durante el año 2019 edita su primer libro “De tu piel esas Flores“

Durante el año 2020 realizó junto con Rafael Gintoli el proyecto “El violín en el Tango“, una serie de nueve videos para la prestigiosa plataforma Suiza iClassical Academy, y durante el año 2021 coprodujo junto a Julián Caeiro el programa de cocina y música “Plato Forte, la cocina de la música“

Buenos Aires, Christian Baldini, Compositora

Maria Laura Antonelli en Diálogo con Christian Baldini

El próximo 5 de Agosto (de 2022) tendré el placer de dirigir la Orquesta Nacional de Música Argentina “Juan de Dios Filiberto” en el Auditorio Nacional del CCK, en un programa que presenta obras de Victor Lavallén y de María Laura Antonelli. “Criaturas del fuego” es una obra para violín y orquesta, y va a contar con Javier Weintreib como solista. Debajo hay una breve entrevista con la compositora.

Christian Baldini: María Laura, cómo comenzó la génesis de “Criaturas de fuego”? Cuál fue el disparador que te inspiró a escribir un concierto para violín y orquesta?

María Laura Antonelli: Esta obra “Criaturas del fuego” para violín y orquesta nació después del estreno de mi obra “Infernadero, seis piezas para Orquesta con piano y gritos olvidados”, en la que yo estuve como piano solista y con medios electroacústicos en vivo también. “Infernadero…” fue encargada y estrenada por la ONMA en 2019, a raiz de que yo lanzara mi disco de composiciones propias en piano “Argentígena, piano tango & electroacústica”(Acqua Records – 2018). Desde ahí me convocaron y empezó el trabajo con la Filiberto y “Criaturas” es un desafío porque es la primera vez que escribo un concierto solista para un instrumento que no es el piano. Sentí que la Orquesta estuvo muy feliz por el estreno de Infernadero y además recibí el premio de la Asociación de Críticos Musicales de la Argentina por mi labor compositiva de 2019, que atribuyo a Infernadero porque fue donde puse mi mayor energía ese año. Apenas se estrenó Infernadero, los programadores me propusieron componer una obra para violín solista y el orgánico de la ONMA. Empecé a escribirla en 2020 y luego se retrasó su estreno por la pandemia, estuve con otras obras, y hoy acá estamos. 

CB: Qué le dirías al público que son los aspectos más importantes de tu música? Cuáles son los elementos que les aconsejarías escuchar, como punto de partida?

MLA:  Me parece fundamental no subestimar jamás al público. Mi música está construida como un tejido de eventos sonoros que aparecen en la línea de tiempo, que a través de las intensidades y matices muestran la tímbrica, los colores y las texturas de ese tejido. Está atravesado por el tiempo de la escucha interna y la búsqueda de gestos de músicas que ya pasaron, algo así como si intentara reconstruir recuerdos de cosas que no ocurrieron. Los aspectos más importantes son la diversidad de los eventos sonoros que convergen en el espacio acústico, y para eso hay que diseñar ese espacio, que es el trabajo más difícil. Y creo que debe haber un factor de sorpresa en el ritmo en el que, aun habiendo propulsión, es decir, aunque podamos seguirlo con el cuerpo, sin haber sorpresa en esa propulsión, la música se apaga. Me gusta el desafío que tiene construir con un ancla en algo de la tradición, y también pienso que la capacidad de asombro está intacta y que hay que mantenerla viva cada vez que alguien escucha una música por primera vez. Lo que más deseo que me pase a mí al escuchar música es que la obra me permita desalienarme por un rato. Y eso mismo deseo para los otros que escuchan mi música.

CB: Cuáles han sido las influencias musicales más importantes en tu mundo compositivo?

MLA: Te los digo en cualquier orden, no cronológico ni en orden de importancia para mí, sinó así como me salen: Bach, Troilo, Piazzolla, Schaeffer, Schumann, Stravinsky, Bartok, Messiaen, Berio, Spinetta, Gobbi, De Caro, Gardel, Gismonti, Sting, y así sin nombrarte nada de jazz, el abanico es enorme igual, no sé…..todos mundos muy diferentes que desde el academicismo coexisten casi como una incongruencia dentro mío, pero es así como impactaron también en mí. Son músicas que conocí tanto al tocar el piano como escuchando en grabaciones o en vivo y que determinaron con mucha fuerza mi búsqueda de la creatividad musical y mi vocación.  

CB: Sos pianista, y me pregunto, cómo comenzó todo musicalmente para vos? ¿En que momento tuviste la necesidad de comenzar a componer?

MLA: Supongo que ambas cosas nacieron juntas. En principio empecé a tocar el piano porque quería aprender, pero ya tocaba de oído en un tecladito que había en mi casa desde muy chica, incluso antes de ir al colegio. En esa época ya inventaba melodías y formas en el tiempo, improvisaba un poco y luego la formación musical apuntó al piano en primer lugar y después a la composición especialmente en la adolescencia, cuando me peleaba con la partitura y quería poder tocar de oído lo que estudiaba leyendo y viceversa, y sentía que todo eso que inventaba y grababa empezaba a agigantarse y tuve la necesidad de hacerle lugar. Pasaron varios años hasta que pude encontrar la forma del discurso sonoro en el espacio acústico más o menos parecido a lo que imaginaba y descuadrarme de lo pianístico. Creo que, por suerte, casi nunca se llega a lo imaginado, sino que en el mejor de los casos la música cobra vida propia y aparece. Por eso me parece fundamental escuchar la voz interna que es la que pide la música.

CB: Muchas gracias por tu tiempo, y espero que tengamos un hermoso estreno de “Criaturas del fuego”.

MLA: Muchas gracias a vos Christian, será un gran concierto y es un placer enorme para mí estar trabajando juntos y que “Criaturas del fuego” tenga tu mirada.  

María Laura Antonelli al piano

Sobre María Laura Antonelli

Pianista, compositora y arregladora argentina. Tuvo experiencias como solista académica y pianista de tango en diferentes proyectos en las más importantes salas de Buenos Aires así como en el circuito under, el interior y en países europeos como Italia, Austria, Holanda, Alemania, Escocia y República Checa. Hizo música para danza contemporánea y cine. Integró proyectos como compositora, improvisadora y arregladora con formaciones desde dúos hasta orquesta típica. Cuenta con dos discos previos de tangos clásicos. El último, Argentígena, piano tango & electroacústica (Acqua Records-2018), netamente instrumental y de composiciones propias, fue considerado un trabajo “de frontera” por sintetizar elementos del tango, la música contemporánea y el jazz y nominado a los premios Gardel 2019. Actualmente trabaja en su próxima obra orquestal y en música de piano solo. Además es docente en el Conservatorio de la Ciudad A. Piazzolla y Conservatorio Superior M. de Falla.